La mirada de las mil yardas: el reflejo del trauma en los ojos
- Gab
- 25 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2024
La mirada de las mil yardas es un término que ha despertado el interés tanto de psicólogos como de amantes del misterio. Pero, ¿qué es exactamente este fenómeno? Aunque su origen está asociado con el trastorno de estrés postraumático, algunos lo ven como algo más profundo y enigmático.
En este artículo, exploraremos sus raíces, su significado y las teorías más intrigantes que rodean esta manifestación que parece ir más allá de la comprensión humana.

Un agotado marine estadounidense, Theodore James Miller, muestra la mirada de mil yardas después de dos días de combate constante en la Batalla de Eniwetok, en febrero de 1944.
¿Qué es la mirada de las mil yardas?
La mirada de las mil yardas describe un estado psicológico particular que se observa, sobre todo, en soldados que han enfrentado experiencias traumáticas en combate. Esta expresión se refiere a una mirada fija y vacía, como si quienes la experimentan estuvieran viendo más allá de su entorno inmediato. En términos clínicos, se asocia con el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Esta frase fue popularizada por Thomas Lea, un ilustrador y corresponsal de guerra encargado de retratar las vivencias de los soldados estadounidenses en el campo de batalla.
Desde 1941, su trabajo para la revista LIFE lo llevó a documentar diversos escenarios de conflicto en países como China, Gran Bretaña e Italia, así como en el norte de África, el Atlántico Norte, el Oriente Medio y el Pacífico Occidental. En estos lugares, capturó imágenes y escenas que ofrecieron al mundo una perspectiva única y cruda de la guerra.
Sin embargo, fue su labor como corresponsal de combate durante la invasión de la isla de Peleliu, junto a la Armada de los Estados Unidos, lo que marcó un punto decisivo en su carrera. En ese escenario, Lea dio vida a “That 2000 Yard Stare” (La mirada de las 2000 yardas), una ilustración que inmortalizó el horror de la guerra al capturar en los ojos de sus protagonistas el profundo peso emocional de la batalla.
Para complementar esta obra, el autor añadió una descripción que refleja con crudeza las experiencias vividas por los soldados en el frente de batalla:
"Dejó los Estados Unidos hace 31 meses. Fue herido en su primera campaña. Sufre enfermedades tropicales. Por la noche apenas duerme y por la mañana saca a japoneses de agujeros. Dos tercios de su compañía han muerto o están heridos. Volverán a atacar al amanecer ¿Hasta qué punto puede soportar un ser humano?”

That 2000 Yard Stare, la ilustración más famosa de Thomas Lea, donde se observan las consecuencias de la guerra en los soldados.
¿Una conexión sobrenatural?
Aquí es donde las cosas se tornan interesantes. Algunos creen que la mirada de las mil yardas no es solo una respuesta a un trauma, sino un puente entre este mundo y otros. Las teorías más populares incluyen:
La visión del más allá:
Según esta teoría, quienes presentan esta mirada han visto algo tan perturbador que sus mentes quedan atrapadas entre nuestra realidad y lo que hay más allá de la vida. ¿Podría ser que estas personas hayan visto dimensiones alternas o incluso el límite entre el mundo de los vivos y los muertos?
Experiencias cercanas a la muerte:
Testimonios de personas que han sufrido eventos cercanos a la muerte describen visiones similares, paisajes vacíos, túneles de luz o figuras misteriosas que los observan. Quizás esta mirada refleja un recuerdo inconsciente de esas experiencias.
Posesión o influencia espiritual:
En algunas culturas, se cree que la mirada de las mil yardas puede ser un indicio de que una entidad espiritual ha tomado control parcial de la persona o que está intentando comunicarse a través de ella.
Historias y casos reales

Las dos imágenes muestran al mismo soldado, Eugen Stepanovich Kobytev, con una diferencia de cuatro años, revelando el impacto de su participación en la Segunda Guerra Mundial.
Estas fotografías narran una historia de cambio que se refleja intensamente en su rostro y su mirada. En la primera imagen, previa a la guerra, Kobytev encara al espectador con una expresión directa y abierta. En contraste, a la segunda, tomada tras su regreso, revela una mirada distante, como si sus ojos estuvieran enfocados en un universo interno marcado por experiencias indescriptibles.

En la imagen, Ryker Webb, un niño de tres años, que desapareció en junio de 2022 en un bosque de Montana, Estados Unidos, mientras jugaba con su perro en el patio de su casa.
Después de dos días de intensa búsqueda, que incluyó vehículos todoterreno, drones y perros rastreadores, finalmente encontraron a Ryker. Sin embargo, había algo extraño en su mirada, sus ojos no eran los de un niño que se había extraviado, eran los ojos de alguien que había presenciado algo más allá de lo comprensible, una mirada cargada de terror, que pocas experiencias podrían generar.
Las preguntas son inevitables: ¿Qué vio Ryker en el bosque? ¿Cómo logró sobrevivir al acecho de depredadores, al frío y a la oscuridad? Ese misterio permanece, hasta ahora, sin respuesta.
Es aquí donde entra el concepto de la mirada de las mil yardas. Esa mirada que no solo refleja el impacto de lo vivido, sino que nos habla de la fragilidad y resistencia de la mente humana frente a lo desconocido. Es un recordatorio de la complejidad del vínculo entre mente, cuerpo y entorno. Ya sea desde una perspectiva psicológica o incluso sobrenatural, este fenómeno nos desafía a reflexionar sobre los límites de nuestra percepción.
¿Y tú, qué piensas sobre este tema? ¡Deja tus opiniones en los comentarios!
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Interesante articulo, los soldados que van a la batalla nunca vuelven igual, es aterrador quitarle la vida a otra persona, el solo echo de hacerlo ya es una condena y un paso al mas alla.